Todas las criaturas vivas tienen la capacidad de reproducirse y por definición académica, la palabra “reproductor” significa: “que reproduce”.
Entonces tenemos que asumir que cualquier animal sexualmente maduro sería un reproductor, pero técnicamente el término “reproductor” se aplica a animales de raza que transmiten sus genes a su progenie.
Los reproductores de razas establecidas son objeto de años de cría selectiva realizada por criadores experimentados. Tal es el caso con los equinos, bovinos, ovinos, canes, etc.
Esta práctica se ha extendido a los peces y es común en muchos países del mundo. No lo es en Uruguay, donde en algunos sectores de nuestra actividad, los peces han sufrido y sufren una desvalorización llamativa y demasiados creen que un reproductor es sencillamente un pez “grande”. La esencia viva del hobby se ofrece a granel.
Es frustrante cuando un comerciante solicita precio único por una especie, sin considerar otras estimaciones para las diferentes variedades que hacen a esa especie.
La compra y venta de reproductores no debe tomarse a la ligera. El aficionado comprador debe investigar la reputación del criador. Antes de realizar la compra es conveniente que haga preguntas sobre cuánto tiempo hace que mantiene la línea que ofrece en venta, genealogía de la misma, y qué otras líneas se cruzaron para originar o mantener la variedad.
Los modernos medios de comunicación brindan detallada información genérica y específica sobre diferentes aspectos de nuestro hobby y el conocimiento teórico está al alcance de cualquier acuarista curioso. Es entonces cuando cobra más importancia el conocimiento que se adquiere con años de práctica. La experiencia se adquiere probando, comprobando, descartando, y si cabe, también produciendo, y es esta experiencia aunada a la teoría, lo que hace a un verdadero acuarista.
Si adquirimos peces ornamentales en un comercio del ramo, solamente tenemos derecho a garantía de sanidad, y si logramos reproducirlos no podemos exigir que los descendientes muestren los rasgos de los padres, ya que no conocemos su pedigree. No sabemos si son híbridos o producto de cría masiva.
Si lo que vamos a adquirir es un reproductor de raza, entonces entran en juego también la fertilidad y los factores hereditarios.
Un reproductor de raza es mucho más que un pez sexualmente maduro, es una promesa cierta de proyección futura.
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