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Publicado en 2003 CARACOL MANZANA DORADO

CARACOL MANZANA DORADO

Gracias a José Ramírez

Fotos y texto por Rosario Arijón

rarijonuruguay@hotmail.com

Eran doce apretujados en una pequeña bolsa. Así los vi por primera vez. José Ramírez que reside en Brasil, -uruguayo y acuarista- , tuvo la oportunidad de visitar Cuba y regresó con la dorada novedad. José Ramírez tiene una granja ictícola en Magé, a 80 kilómetros de Río de Janeiro, se distingue por su espíritu coleccionista, y el caracol manzana dorado no es el único aporte con el que ha contribuído a enriquecer el panorama acuarístico del Rìo de la Plata.

Tres de los doce ejemplares que llegaron a mis manos no lo lograron, sobrevivieron solamente nueve. En estos pocos años transcurridos, innumerables descendientes de ese stock original inundaron el mercado uruguayo e hicieron las delicias de muchos noveles criadores de caracoles. Recientemente hice llegar parte de mi stock a Héctor Luzardo y a Roberto Petracini, quienes los reprodujeron y distribuyeron entre acuaristas argentinos.

Tuve conocimiento de que había poca experiencia internacional en la crianza conjunta en acuarios con peces, de manera que acometí el emprendimiento con entusiasmo incontenible.

Las variedades doradas del caracol manzana eran desconocidas por estas latitudes y no existen en estado salvaje. Fue a finales de 1960 que esta forma albina irrumpió con fuerza en el hobby. Se desconoce el lugar donde ocurrió esta mutación que no presentaba los pigmentos oscuros de cuerpo y esqueleto característicos de Pomacea bridgesi

Mis nueve primeros ejemplares proceden de un establecimiento comercial cubano. Demoraron tantos meses en comenzar a reproducirse, que la primera puesta me tomó desprevenida. El ambiente es húmedo y caliente en un criadero de peces. Una atracción irresistible para algunos desagradables animalejos. Mantengo permanentemente cebos anticucarachas. Un día distraída, trepada en la escalera, descubro en uno de los estantes más altos, una forma que a primera vista me pareció un capullo. Pensé que una nueva plaga había invadido mi cuarto de peces. Tenía en la mano una red y utilicé un extremo para desprender del vidrio de la pecera el capullo o racimo que entonces me pareció repugnante. Hacerlo y lamentarlo fue todo uno. Comprendí que había destrozado la primera puesta de mis caracoles.

Los caracoles manzana no son hermafroditas, tienen sexos separados. No hay dimorfismo sexual, y sin caracteres externos visibles, solamente un ojo bien entrenado podría diferenciar un macho de una hembra. Sujetan las masas de huevos a los vidrios sobre la superficie del agua, rocas o cualquier parte dura disponible.. Por razones prácticas mantengo las peceras descubiertas. No es raro ver masas de huevos depositadas a cualquier altura en las estanterías de hierro. Ponen racimos de huevos sujetos unos a otros de alrededor de 200 a 600 por puesta. Son de color rosa pálido y cambian al grisáceo a medida que transcurre el tiempo de incubación. Este tiempo depende de la temperatura ambiente. Las puestas correctamente adheridas a cualquier superficie dura, no siempre llegan a un mismo término. Pueden no eclosionar en absoluto con el consiguiente deterioro, o hacerlo solamente un cierto porcentaje de los huevecillos, o puede darse el resultado feliz de nacimientos masivos. Así, los minúsculos caracolillos de tierno esqueleto iniciarán su viaje al medio acuático, brindando un gozoso espectáculo a todo aquel que tenga la fortuna de poder observarlo. Los recién nacidos pueden ser un alimento muy apetecido por nuestros peces. Crío lebistes, endlers, platies y espadas y su comportamiento hacia los pequeñitos difiere inexplicablemente. Individuos de una misma especie permanecen indiferentes, o por el contrario, se agrupan expectantes para consumirlos.

Es firme la creencia de que los caracoles manzana –sin excepción- son herbívoros, y de que se alimentan de cuanta planta esté a su alcance, ya sean de hoja blanda o dura. Mi práctica en la crianza de las variedades doradas de Pomacea bridgesi, me habilita a afirmar que se nutren con notable agrado del alimento para peces, en escamas o pellets, y pastas a base de corazón o similares. Son omnívoros, consumen las algas y por regla general no dañan las plantas.

Controlan de manera efectiva y terminante las poblaciones de otras especies de caracoles, pues devoran rápidamente los huevos depositados por éstos bajo la superficie del agua. En consecuencia, se deduce que también darían buena cuenta de los huevos de nuestros peces.

Pomacea bridgesi es un caracol de gran tamaño y es aconsejable no dejar librada su alimentación a las algas que recubren las plantas, vidrios u objetos del acuario. Cuando alimentemos los peces, agreguemos también una ración para nuestro caracol o caracoles. Deben estar bien alimentados con una dieta suficiente. Todos los días, avanzada la noche, hago una última recorrida por mi criadero. Me he demorado observando a los caracoles manzana de cualquier edad y tamaño. Se desplazan por todo el acuario y los peces dormidos, al sentir su contacto, se apartan de su camino con un rápido movimiento instintivo. Una de tantas noches, en un acuario poblado de lebistes, reposaba sobre el fondo un macho ya muy adulto. Debilitado y lento, no le abrió paso a tiempo a un gran caracol manzana. La bien desarrollada caudal de ese lebistes padre de muchos, quedó bajo el pie del caracol. Lo liberé al instante y lo trasladé a un acuario pequeño, donde permaneció solo y tranquilo hasta su hora final. Los caracoles manzana no tienen dentadura ni extremidades con qué asir una presa, pero pueden inmovilizar con su peso a un pez debilitado o enfermo. Si están hambrientos podrían confundirlo con un pez muerto. Su comportamiento en nuestros acuarios es pacífico y algo tímido y conviven en armonía con el entorno. No son tolerados por algunas especies de peces que pueden perseguirlo y molestarlo hasta darle muerte.

Se dice que el caracol manzana vive aproximadamente cuatro años. En mi criadero su tiempo se extiende a algo más de dos años. Hay que tener en cuenta que la adaptación de los nueve caracoles a nuestras aguas me insumió bastante tiempo y cuando mis esfuerzos fructificaron, el entusiasmo me impidió controlar la población. Mantuve demasiados por acuario, y tal vez este exceso afectó la longevidad de mis ejemplares.

No toleran un agua de baja calidad y son muy sensibles a los desperdicios de los peces y a los suyos propios. Requieren agua limpia y tibia, acceso al aire y suficiente alimento. El agua debe ser por lo menos neutra, lo ideal es un Ph de 7 a 8. Los esqueletos son compuestos de calcio y el agua ácida los disuelve. Se deben manejar con gentileza durante los cambios de agua y los traslados, o pueden morir.

Es la criatura más sensible de todas las que habitan mi cuarto de peces. Una vez que nos familiarizamos con su comportamiento, el caracol manzana dorado se transforma en el vigilante perfecto de la calidad del agua de nuestros acuarios.

Es conveniente mantener cubierta con un vidrio la superficie del acuario. No abandona el medio acuático únicamente para reproducirse. Lo hace igualmente si el alimento no es suficiente, o si aumenta la temperatura, o si las condiciones del agua no son las adecuadas. Si logra escapar del acuario, posiblemente caerá al suelo. Si tiene suerte y no se daña el esqueleto, vagará desorientado para finalmente esconder el cuerpo y cerrar la entrada con el opérculo. En este estado permanecerá vivo durante muchas horas. Cuando inspecciono mi criadero y encuentro alguno de estos animales accidentado, no lo devuelvo a un acuario con peces. Lo introduzco en cualquier recipiente con agua, hasta tener la certeza de que superó exitosamente el mal trance. El cuerpo sin vida de un caracol manzana puede provocar una tremenda polución.

Actualmente las variedades doradas de Pomacea bridgesi están sólidamente instaladas en muchos hogares uruguayos. No fue sencillo introducirlos en una plaza tan particular como la nuestra. En los comienzos apelé a varios comerciantes para que mostraran la nueva mascota de acuario al público en general. Las reacciones fueron variadas. Recibí la negativa cerrada de alguno, la buena voluntad de otros pero sin posteriores resultados positivos, y el entusiasmo de alguien que culminó con tremendo éxito. Ese alguien tiene nombre. El Dr.Gustavo Dittrich se ocupó de promocionarlos en su establecimiento comercial.

El nivel de nuestros acuaristas es excelente y cualquier novedad viva es rápidamente detectada. Hoy en día, otros hobbyistas de nuestro país han logrado reproducir el caracol manzana dorado y su presencia ya es firme en el Uruguay.

FICHA TÉCNICA

Los moluscos son todos invertebrados con un cuerpo blando. Se dividen en siete clases. La clase de los gasterópodos incluye a los caracoles de tierra, marinos y de agua dulce.

Los moluscos de la familia Ampullariidae o Pilidae comprenden a los caracoles de agua dulce de mayor tamaño. La familia está casi completamente limitada a zonas tropicales y subtropicales. En América está representada por los géneros Pomacea, Marisa y Asolene.

Las variedades doradas del caracol manzana pertenecen al género Pomacea que contiene alrededor de 50 especies. La que capta nuestro interés es Pomacea bridgesi que en su estado salvaje presenta una coloración verde canela con bandas angostas y anchas de color marrón. La especie se hizo realmente popular con el desarrollo de las variedades doradas.

El estudio científico de los moluscos, incluyendo la anatomía de sus partes blandas, se conoce como ciencia de la malacología.

Una de las características más importantes que distingue a las diferentes especies de caracoles es el esqueleto. Éste, homogéneo en apariencia, está formado por tres capas distintas y su forma y tamaño es especialmente útil si de identificarlo se trata. Una de las capas está formada por una delgada película de proteína, y las otras dos de cristales de carbonato de calcio.

El esqueleto de las variedades doradas de Pomacea bridgesi es de forma globular o globosa, de color amarillo con variaciones, y con una abertura grande y oval. Los patrones de color varían y en distintas poblaciones suelen ocurrir diferencias notables. El esqueleto protege las partes blandas o cuerpo del caracol.

El cuerpo se compone de una cabeza, una masa visceral y un pie.

La porción ventral muscular del cuerpo, que es la mayor parte de lo que sobresale del esqueleto, es el pie que estos moluscos utilizan principalmente para su locomoción. Cuando el pie se dobla al retraerse el animal dentro del esqueleto, el opérculo cierra la entrada.

El opérculo, que es una especie de puerta, es córneo al tacto y de color marrón. Protege al animal de depredadores o condiciones adversas.

La forma de la abertura del esqueleto, y consiguientemente su opérculo, son características importantes en la clasificación de las diferentes especies.

La respiración es branquial y pulmonar. Hay dos compartimientos en el cuerpo, uno contiene una agalla para la respiración acuática y el otro funciona como un pulmón para la respiración aérea. A cada lado del pescuezo tienen un apéndice y uno de ellos funciona como un sifón.

El sifón es largo y flexible y lo contraen o lo extienden hasta la superficie del agua permitiendo que el aire llegue a la cavidad pulmonar.

Los dos pares de tentáculos son retráctiles. Un par se proyecta desde la base de los ojos y el otro par desde los lados de la cabeza.

En la boca tienen filas transversales y longitudinales de minúsculos dientes que utilizan para raspar los alimentos y nutrirse.

 

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