LEBISTES O GUPPY
INTRODUCCIÓN
Por Rosario Arijón
rarijonuruguay@hotmail.com
Una hembra lebistes preñada se consigue fácilmente en cualquier comercio especializado. Su reproducción es igualmente fácil. Los alevines ya nacen aptos para sobrevivir y no es cosa rara que en un acuario comunitario bien plantado se salve un número considerable de recién nacidos. Si la parición se produce en una pecera o tanque especialmente preparado para albergar a la madre y a su futura descendencia , a veces ni siquiera es necesario proporcionar plantas o escondites, porque algunas hembras lebistes no son caníbales. Se dice que reconocen a sus hijos. Tan fácil es el proceso, que hasta un niño lograría alevines y podría alimentarlos siguiendo sencillas indicaciones. Porque los recién nacidos seguramente van a sobrevivir con cualquier alimento que se les proporcione.
Así de fácil es reproducir lebistes.
Y esta sencilla disposición lo hace preferido del acuarista principiante y del que cría en forma masiva con el propósito de comercializarlo. Puede reproducirse sin mucho trabajo, en cantidad y en corto plazo.
Si personificáramos al guppy, diríamos que tiene una personalidad contradictoria, pues la complejidad de su genética se contrapone a la mencionada facilidad de su reproducción.
El desafío de mantener una alta calidad en razas ya establecidas o intentar crear y fijar nuevas variedades, ha atraído puntualmente a numerosos acuaristas en todo el mundo. Ya desde su descubrimiento e introducción en el hobby, el guppy ha despertado pasión y fanatismo en aficionados que se nuclean en diferentes clubes y asociaciones.
La cría selectiva y creativa del lebistes es un arte sin parangón.
Si cultivamos este arte, podremos comprender la verdadera naturaleza del guppy, y sentiremos ese impulso entusiasta que aviva el genio y nos llena de inspiración.
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